La Asociación de Antiguos Alumnos del Instituto Español de Tánger organizó, para los días 27 y 28 de abril de este año, un viaje a Las Lagunas de Ruidera.
Nos encaminamos, en primer lugar, a Villanueva de los Infantes. Pertenece a Ciudad Real. Se llamó, en la época de los árabes, Jamila. En tiempos de Alfonso VIII, era una aldea poblada por los Caballeros de la Orden de Santiago. Más tarde pasó a llamarse La Moraleja y ya en 1421, Villanueva de los Infantes, en honor a los hijos de Don Enrique, Maestre de Aragón. La Regente Doña María Cristina le concedió el título de ciudad en 1895. Por último en 1974 fue declarada Conjunto Histórico Artístico.
De la mano de una guía encantadora y muy bien documentada, paseamos por la Plaza Mayor, de principios del siglo XVII, por la calle Cervantes, más conocida como Calle Mayor. Admiramos las fachadas de varios palacios que pertenecieron a la nobleza de los siglos XV, XVI, XVII.
Dentro de los monumentos religiosos destacamos, la Iglesia de San Antón, el Convento de Santo Domingo, en una celda de este convento falleció Quevedo, la Iglesia de la Trinidad, en cuyo Altar Mayor está la talla barroca de Nuestro Padre Jesús Rescatado.
Las figuras de Santo Tomás de Villanueva, Cervantes, Quevedo y otros eruditos contribuyeron a que Villanueva fuese un importante referente cultural de la época.
A continuación comimos en el Restaurante Don Quijote, platos típicos de la gastronomía de la región. Una vez finalizado el almuerzo recorrimos las instalaciones de una destilería de plantas aromáticas. Acto seguido nos instalamos en el Hostal de Ossa de Montiel, donde pernoctamos. Las señoras, después de cenar, participaron en las fiestas que los habitantes de Ossa celebraban con hogueras y degustación de manjares elaborados por los vecinos.
Al día siguiente, nos trasladamos a Las Lagunas de Ruidera donde nos esteraba la guía que nos mostraría ese paraje de gran belleza, localizado en los límites de Ciudad Real y Albacete. Están formadas por 15 lagunas que componen el Valle del Alto Guadiana. En su parte alta está el nacimiento del mismo río. Estas 15 lagunas se rebosan y forman preciosas cascadas y múltiples saltos. Albergan una gran riqueza biológica, con una importante variedad de animales, como el águila perdicera y la garza imperial, plantas, montes, arboledas y vegetación propia de lagunas y pantanos. Se declaró Parque Natural en 1979. Cuenta con gran variedad de actividades y .con una importante afluencia de turistas en todas las épocas del año.
Nuestra visita coincidió con una bajada importante de las temperaturas y con una inoportuna lluvia. Pasamos mucho frío pero disfrutamos de unas jornadas muy agradables.